Por qué tendemos a saturarnos y auto-convencernos de que no estamos saturados

saturacion

He de admitir que empezando a escribir este artículo me cuesta bastante escribirlo (lo escribo con cierto miedito) porque creo que es la primera vez que admito públicamente que he estado saturado últimamente pero voy a seguir escribiéndolo casi sin editar porque cada vez me inclino más (y me autorizo, que es lo bueno) a compartir las cosas sin filtro que es como creo que puedo ayudarte mejor.

Si no, al final, acaba pareciendo que no tengo los mismos problemas que tú cada día y si no tuviésemos los mismos problemas no tendría ningún sentido que uses mis soluciones de productividad para tu caso.

Algo que no me puedo permitir porque tú y yo estamos exactamente en las mismas.

Precisamente lo que creo me hace productivo no es que yo no me sature, sino la actitud que tomo cuando me pasa y eso es lo que quiero enseñarte en este artículo.

Así que si eres un lector que se esperaba que con mis cursos jamás ibas a volver a estar saturado y te sientes engañado, lo siento. Pero he de admitir que ni creo haber alimentado esa idea nunca activamente ni ahora me apetece ya dejar ni que te vayas haciendo esa impresión solo (porque no te ayuda).

Así que vamos con el tema y atento a este artículo que no está hecho para el mundo de fantasía sino para personas reales como tú y como yo.

Si tienes algún matiz, puedes ponerlo sin problema en los comentarios.

La realidad inevitable: Todo el mundo se satura

Lo primero y principal es contarte que: organices como te organices, siempre existe un volumen de trabajo o una cantidad de información suficiente como para desbordarte.

Y segundo, que tu productividad va a depender mucho de lo bien que aceptes esta realidad.

¡Uf…! Ya lo he dicho: «los expertos en productividad no somos invulnerables». ¡Qué alivio!

Ahora que ya puedo volver a hablarte de humano a humano y aunque pueda haber perdido 100 lectores, déjame que te explique por qué las personas que saben aceptar esto son más productivas y por qué es tan difícil a veces hacerlo.

La causa: ¿por qué aunque seas muy productivo es imposible prevenir la saturación?

Tú en el fondo sabes que todo el mundo puede saturarse así que no voy a insistir en eso exactamente.

¿Cuáles son algunos ejemplos de situaciones que nos empujan a la saturación?

Por ejemplo por:

  • querer dar buena impresión ante un posible ascenso (aceptando más trabajo de la cuenta),
  • demostrar tus capacidades cuando alguien las pone en duda,
  • no querer molestar a un cliente que te adora (y acabas haciendo de más),
  • etc.

Y da igual lo bueno que seas. Tú dime cómo te organizas y yo te diré cuánto volumen es necesario para saturarte.

Así que…

¿Por qué no evitamos saturarnos sin más?

Sin pelos en la lengua: si no lo hacemos es porque no es tan fácil.

Nuestra percepción de la saturación no es algo tan blanco o negro como pudiera parecer.

Vale que tenemos una idea de que la saturación es mala, y vale que todo el mundo admite más o menos que estar saturado no es bueno pero, es más bien un discurso de boquilla.

En el día a día ni siquiera tenemos tan claro que la saturación sea algo indeseable.

Me explico.

La mayoría de los autónomos en España, por ejemplo, no querrían verse en una situación de semejante saturación que empiecen a hacer el ridículo con sus clientes pero, si les preguntas cómo perciben el tener 4 horas libres a la semana, también escucharás expresiones como “dinero perdido” u “horas de trabajo sin cobrar”.

Si hablamos de una empresa con los empleados parados un día a la semana, todos pensaremos «que algo no está funcionando».

Y ahí está un factor importantísimo para entender por qué nos saturamos.

Ligado al problema de la saturación está que en el fondo nos han inculcado creencias subconscientes como:

  • que si tienes horas libres deberías tomar más clientes,
  • que el emprendedor / negocio de éxito es el que más dinero factura,
  • que no tomar clientes cuando puedes es poco responsable/serio (a menos que tengas varios millones en la cuenta),
  • que si no estás lleno es que tampoco debes ser tan bueno,
  • que si estás parado estás “perdiendo el tiempo”,
  • etc.

Todo bastante normal en apariencia pero, ¿qué es lo más probable que pase con estas ideas?

Pues que si actúo en base a todas estas creencias, cuando tenga una hora libre casi me va a dar vergüenza o impaciencia y correré a rellenarla con más clientes o cualquier tarea, me encontraré cada semana al 100% y entraré en una situación de lleno total.

¿Y cuál es el problema del 100% de ocupación? Pues que hasta el mínimo imprevisto supone en ese estado entra en fase de saturación.

De hecho, no es un factor menor que la mayoría de autónomos se sientan más a gusto con 4 horas extra a la semana que con 4 horas de menos trabajadas. Es bastante indicativo de lo que vamos a buscar inconsciente y conscientemente.

Pero la conclusión principal a sacar aquí es que la saturación no solo es muy común sino que tenemos un modus operandi que nos empuja hacia ella muy muy rápido.

Así que ojito, porque en este artículo no te voy a hablar de lo mucho que infravaloramos todo lo que perdemos al estar saturados pero que no te quepa la menor duda de que estar saturado es sinónimo de pagar el doble de tiempo, energía, frustración y esfuerzo por las cosas que estando en condiciones normales.

Pero todavía hay más: estando saturado lo más frecuente no es resolverlo, sino auto-engañarte diciéndote que no lo estás

Y eso es un problema todavía más gordo.

Podemos relativizar el tema lo que quieras pero cuando haces X horas de más y varios fines de semana trabajando cada mes tienes dos opciones:

  • o paras las máquinas y buscas alternativas a un trabajo que te satura,
  • o te vas convenciendo de aguantar mientras encuentras una solución.

La primera no es la más frecuente hablando claramente y las presiones (personales, económicas, responsabilidades, etc.) tienen a menudo la culpa. Pero eso nos da una realidad en la que es relativamente fácil y relativamente frecuente que aparte de estar saturado le estés quitando importancia a estarlo.

Nos mentimos al respecto cuando miramos una semana típica nuestra llena de irregularidades por todos lados (como trabajar 10 horas al día, fines de semana, o conectarnos en continuo al email) y decimos que “eso es normal».

Es más, a veces hablando con colegas oigo hasta quién le saca un micro-orgullo a decirte «tus 10 horas al día no son nada, los (introduce profesión cualquiera) hacemos días de hasta 14 horas».

Ese tipo de expresiones sinceramente ojalá quedasen atrás en el pasado.

A estas alturas, a esa persona lo mejor que le podríamos hacer en vez de reírle la gracia entre cafés, sería darle un abrazo. Un abrazo de comprensión porque es una realidad muy muy cruda que cuando hay gente que casi no trabaja para ganarse la vida a ti te haya tocado entre mala suerte inicial, algunas malas decisiones y/o falta de medios trabajar 14 horas a la semana u otros sacrificios.

Pero mi aporte aquí no es echarte un sentimiento de culpa encima si estás en esa situación tan complicada, sino que quiero que entendamos que es muy muy fácil que, aparte de estar saturados nos entren ganas de ocultárnoslo.

Porque en el fondo está la cruda realidad de que si tuviésemos una alternativa la estaríamos llevando a cabo.

Y eso duele admitirlo (que trabajamos 14 horas por no tener un plan B mejor).

Pero la buena noticia es que sí hay alternativas.

Hay soluciones

Así que que no te deje mal sabor de boca la saturación.

Reconocerlo cuando te pase es una victoria y a todo el mundo nos llega tarde o temprano.

Cuanto más rápido eres reconociéndola, más rápido sales de ella. Así que por mucho que te tiente simular que no te está pasando es casi lo único malo que se puede hacer al respecto.

Todos deberíamos estar prácticamente siempre intentando hacer lo mismo con menos esfuerzo (no es nunca mala práctica), aunque cuanto mejor te quieras volver en esto menos intuitivo será cada cambio y sí más complicado. Piensa que si un paso fuese evidente, ya lo habrías dado.

Por eso mi objetivo con este post era transmitirte que la saturación es un estado muy peligroso porque:

  • es muy fácil saturarse rápido
  • si tiendes a trabajar al 100% en tu semana cualquier imprevisto te satura
  • hay numerosas razones que te animan a trabajar al 100% o más (dinero, seguridad, quedar bien, etc.)
  • tendemos a engañarnos de que todo va bien cuando no sabemos cómo evitar la situación (lo que dificulta el resolverla)
  • e infravaloramos increíblemente los efectos de trabajar saturados (que es cuando empezamos a gastar el doble de tiempo, energías y sacrificio personal por cada tarea)

Así que no te lo ocultes nunca cuando estés saturado (porque no te conviene), intenta prevenir la saturación (porque tiene un precio) y si lo veías todo negro, ¡buenas noticias! porque ese no tiene por qué ser tu día a día.

En la segunda parte hablaremos con todo lujo de detalles de la solución.

Eso sí, para ver cómo lo percibes todavía, ¿qué adjetivo le pondrías a un trabajador que está al 110% (puntualmente, casi siempre o como veas)? ¿Es un héroe? ¿Es improductivo? ¿Es un …?

¡Nos vemos en los comentarios 😉 !

Puedes ver la segunda parte de este artículo con las soluciones aquí.

Si quieres más productividad, mi guía te va a encantar

Apúntate a mi boletín exclusivo, descarga mi guía inicial y dispara tu productividad.

Deja un comentario

10 comentarios

  1. Me gustan mucho tus escritos, me ayudan a superar mi principal dificultad: me organizo demasiado (por perfeccionismo) y después me desorganizo de tal tal forma, pero este aporte de la saturacion, me hace ver que es es mi principal problema, al querer ser perfecta, lo que busco es saturarme. Ademas tu forma tan transparente de expresar que nos pasa a todos y a ti también, me encanto. Me gusta tu naturalidad e involucramiento personal en tus escritos.

  2. «… mártir al que no va recordar ni Dios».

    Tenía pendiente este comentario.
    Tu post ha sido, posiblemente, el que más me ha gustado de tu blog por su enfoque realista, humano, sincero y práctico. Y es eso, desde mi punto de vista, lo que da credibilidad a tu oficio.
    Suelo leer textos que me gustan mucho sobre crecimiento personal, pero sé que en la mayoría tengo que realizar un ejercicio de destilación y de desentranhamiento de contenido (tras casa idea hay un discurso papel de regalo que le pone el lacito, un unicornio sin fallos humanos). En este no. No hay » unicornismos» ni brilli brilli. Hay una persona real con problemas reales dando consejos reales desde una posición de simetría.
    Yo me saturo, mucho, pero por lo menos ya no me jacto de ello como antes (antes de conocer la filosofía de la productividad); de hecho, cuando experimento la saturación me avergüenzo un poco. Eso sí, conozco gente, como apuntas, que establece competiciones en cuanto a saturación; y lo peor, que piensa que estar saturado es un valor en alza que «habla» más de la demanda de trabajo (y por lo tanto de la calidad de su trabajo) que de su mala gestión, sus malas decisiones y su infelicidad. «Estoy amargado, cansado pero me enorgullezco de eso porque eso implica que tengo un valor en el mercado que se traduce en prestigio social». No lo entiendo. Ya no. Y hace seis anhos creo que iba por este camino. Increíble.

    • Gracias, Iris.

      En especial por la parte del papel de regalo que para mí tiene un valor muy especial 🙂

      Y PD: Me rompiste con lo del mártir 😀 !!

  3. Todo tiene un tiempo bajo el sol dice la Biblia. El trabajo debe de tener su tiempo estar saturado. Siempre es improductivo

  4. EXCELENTE ARTICULO Y OPINION DEL SR JAIR!!!!

    Es increíble como nos cuesta escucharnos, hablar con nosotros mismos para conocernos y saber realmente cuál es nuestra capacidad y qué límite no deberíamos cruzar. El tiempo es lo más valioso que podemos tener y a veces no le damos el justo valor a los momentos, a las personas y a lo que nos gusta realmente hacer.

    Me sentí TAN identificada con el sentimiento de culpabilidad y autoflagelación en los momentos, así sean «días libres», si siento que tengo «tiempo libre» y este articulo me llegó en un momento de mi vida que realmente lo necesitaba.

    Muchas Gracias!!!

    Saludos desde Ciudad de Panamá.

    • Me alegro mucho de que te haya gustado, Josbelis.

      Y me alegro de que te hayas sentido identificada porque no hay ningún premio a ocultar que algo no nos funcione o podríamos mejorarlo porque precisamente el ser capaz de abstraernos y ser sinceros con nosotros mismos para saber lo que necesitamos es lo que nos permite priorizar lo importante y poner objetivos sobre la mesa como estos donde otros por tabú no pueden ni reconocerlo.

      Gracias por pararte a compartir tu opinión y ¡un saludo 🙂 !

  5. Buenas! Aquí Jaír, de efectivida. Totalmente de acuerdo con tu artículo. Desde pequeño, siempre me ha gustado la productividad (la efectividad, jejeje), y he buscado maneras de evitar la saturación, sin éxito. Cada vez lo llevo mejor, pero es una lucha sin cuartel. Quedo a la espera de la segunda parte, a ver qué ideas me puedo llevar. Muchas gracias por tu artículo y sinceridad. Saludos desde Gran Canaria!

    Pd: Un trabajador que está al 110% suele ser una persona POCO ORGANIZADA. De entrada, creo que el trabajo no debe ocupar el primer lugar en la vida. Antes hay bastantes cosas, y si no las llevas bien, tampoco podrás rendir bien en tu trabajo. Cuando veo personas que parecen estar en todo, que nunca dicen que no, lo primero que me viene a la cabeza es cuánto tiempo están con la familia, cuánto tiempo dedican a formarse o a relajarse. Por supuesto, es sólo una opinión sin ánimo de juzgar a nadie.

    • Muchas gracias, Jair.

      No hay problema por hablar abiertamente que no supone un juicio para nadie al estar todos aquí para buscar soluciones. Como he comenzado diciendo yo en el artículo y mencionas tú también: no hay quién se libre de estar saturado de vez en cuando y todo lo que nos dé opciones para reducir impacto o estar mejor preparado es bienvenido.

      ¡Un saludo!

      • Como mínimohay dos elementos críticos: la asertividad inteligente y la negociación (ambas están vinculadas con la persuasión y la marca personal). La asertividad inteligente funciona como una barrera al abuso, y la capacidad de negociación se corresponde con la habilidad de exponer propuestas válidas dentro de un marco en el que la contraparte pueda ver su propio beneficio. Ejemplo: «una disminución en la carga de *surmenage* aportará mayor eficiencia en la tarea*. Un cordial saludo.

¿Sabías que...

puedes inscribirte a mi boletín privado, llevarte esta pedazo de guía gratis y aprender productividad conmigo?

Inscríbete aquí y te enviaré mis mejores consejos de productividad a tu email.

0 spam. Solo envio a tu email lo que enviaría al mío.

Abrir el chat
1
¿Necesitas ayuda con algo?
Hola, ¿en qué podemos ayudarte?