Lo voy a repetir una y mil veces: productividad no es hacer más tareas y productividad no es hacer las cosas más rápido.
Pero como la afirmación por sí sola no es suficiente para convencer a nadie y los prejuicios son muy duros de quitar, vamos a atacarlo de raíz.
La idea es que no quiero que te esfuerces nunca en vano y que, especialmente cuando eres muy eficaz, que no acabes transformando esa eficacia en productividad por no haber sido pertinente.
Aquí, si nunca habías venido por TdO (en cuyo caso te invito seriamente a que te suscribas para aprender más bases como ésta) repito que para ser productivo necesitas ser tanto eficaz como pertinente.
La pertinencia es exactamente estar en cada momento, haciendo lo que más te aporta.
Estar activo e incluso ser muy muy eficaz en algunas tareas no basta para ser productivo. ¿Te lo demuestro?
Pues vamos. Veamos cómo podrías ganarle tú una carrera de 100 metros lisos al corredor más eficaz en estos momentos: Usain Bolt.
5 maneras de ganarle los 100 metros a Usain Bolt solo con productividad
1. Yendo tú en Ferrari y el sin zapatos
¿Qué? ¿Quién ha dicho que la carrera fuese corriendo? Seguro que de primeras esta idea te parece graciosa o ingeniosa pero no muy realista. Ahora bien, ¿cuántas veces has hecho un trabajo para el que tu competencia tiene software, especialistas o máquinas dedicadas?
Créeme una parte de tu productividad personal es saber decir «para esto que voy a hacer voy a investigar si existe alguna buena herramienta y comprármela». Y sí, en toda empresa y a toda persona nos cuestan tiempo y dinero esas herramientas pero ¿por qué narices nos empeñamos en hacer las cosas sin ayuda?
Si tu jefe quiere que seas productivo, dale la batalla por los medios. Si tú eres tu propio jefe, no te pases ni de simplista ni de rácano.
2. No dibujando la línea de llegada
Usain está demasiado habituado a correr con pinturita. ¡Demasiado!
Pero en el mundo real (el tuyo y el mío) la ventaja de Usain (que es la rapidez, su «eficacia») no cuenta tanto como saber a dónde conviene ir (la pertinencia).
Así que Usain Bolt es imposible que te gane una carrera si literalmente no sabe a dónde tiene que ir.
En una oficina cualquiera esto es la diferencia entre sentarse en la silla y hacer que las cosas avancen.
Mi consejo: es siempre preferible ir despacio y enfocado que dar palos de ciego sin saber a dónde vas. Cuando te digan “urgente” para sistemáticamente el carro y ponte a pensar.
Si quieres rapidez la clave es el objetivo, no la velocidad. Tenlo muy en cuenta.
3. No avisándole de que hay una carrera
¡Pobre Usain! ¡Mira que perder una carrera por esperar indefinidamente! ¿Qué? ¿Otra vez gracioso?
Pues ahora imagínate a una persona de mediana edad, sobrecargada por su trabajo en constante saturación y tan ocupado que ni puede aprender de productividad personal ni se para a preguntarse hacia dónde quiere ir con su vida. ¿Moraleja?
A parte de que la productividad personal no es solo cuestión de trabajo, la carrera por nuestros objetivos personales empezó el día que nacimos.
No esperes más, no esperes al verano, no esperes a tener calma, no esperes a jubilarte.
Si te limitas constantemente a hacer lo que la rutina te cuela en la lista de tareas vivirás una vida de obligaciones y no la tuya.
Empieza.
Hoy.
A marcarte y abordar tus objetivos. Los de verdad. Puedes empezar aquí mismo por ejemplo.
4. Haciéndole creer que está descalificado
Bueno, dejo al pobre Usain, porque ya ves que esto va de compararlo con situaciones de la vida real.
Así que, ¿cuál es el equivalente de sentirse descalificado? Pues todas aquellas situaciones en las que no intentamos un objetivo porque nos creemos fuera antes de empezar.
Esto es un reflejo humano muy sensato (porque a nadie le gusta invertir tiempo en algo que va a fracasar) pero a diario nos pasamos mucho de pesimistas.
Es decir, hay miles de objetivos que no intentamos por tonterías increíbles. Porque nos da miedo, porque nos da vergüenza, porque ya hemos empezado lo opuesto, porque no es serio, porque no es común, porque no está bien visto, etc.
Sinceramente, nos estamos descalificando constantemente y nos reímos de los que intentan lo que nosotros no consideramos viable.
Así que menos descalificarte y más intentarlo de verdad.
Por si fuera poco, además, cuando persigues objetivos que te motivan no solo tu perspectiva cambia, sino que te vuelves un ejemplo para muchos de los que antes te miraban con escepticismo.
5. Organizándole varias carreras falsas simultáneamente
De nuevo con la pinturita. En la vida no solo no está tan claro lo que tenemos que hacer sino que hay muchas cosas que parecen absolutas prioridades.
Mañana mismo tu jefe es capaz de asignarte 3 tareas, todas prioritarias y que ninguna de ellas además sea ni por asomo la que más te convenga hacer en esos momentos.
La gente más productiva son personas acostumbradas a decir que no. Dominan su agenda y raramente aceptan interferencias cuando tienen un objetivo entre manos. Aunque vengan imprevistos, no cambian de objetivo.
Cíñete a tus objetivos y verás cómo estos avanzan. Pero ceñirse a unos pocos implica saber decir que no a todo el resto.
En resumen
Este artículo suena más abstracto de lo que es en realidad y por eso te reto a que pruebes cada idea y mires sinceramente cuánto te está afectando cada una.
- ¿Qué objetivos no persigues porque te sientes directamente descalificado?
- ¿Qué objetivos aún no has empezado porque esperas a que te den el pistoletazo de salida?
- ¿Qué falsos objetivos te pueden estar distrayendo de lo que realmente querrías conseguir este año?
- ¿Tienes clara la línea de llegada exacta de cada uno de esos objetivos?
- ¿Estás seguro de que no hay ninguna herramienta que te pueda ayudar a ir más rápido?
Piensa en la metáfora de Usain o llévalo a tu terreno pero revisa esas 5 ideas y verás cómo tu productividad lo nota.
Y por cierto, ahora que estamos buscando maneras creativas de ganar incluso al más eficaz en su terreno, ¿se te ocurre alguna otra forma de ganarle a Usain Bolt por pura productividad? ¡Nos vemos en los comentarios!
8 comentarios
Se podría decir lo mismo aburriendo a las ovejas, pero le has dado a un contenido que merece ser remarcado un enfoque muy original y ameno. El resultado? Artículo muy didáctico. Plas, plas.
¡Muchérrimas gracias, Iris 😀 !
Una vez leí que para mejorar tu vida lo importante es formularse las preguntas correctas, porque tu cerebro tarde o temprano responderá tus preguntas.
Te admito que las preguntas finales me volaron la cabeza!
Un abrazo y gracias por tu aporte a mi desarrollo personal.
Pues adelante, Freddy. Me alegro de que las preguntas sirvan de germen para mejorar pero el éxito es tuyo por leerlas y proponerte responderlas.
¡Gracias por tu comentario!
Gran artículo Iago. Tras haber leído «La Revolución Productiva», y crear la versión beta de mi método… No se vé tan abstracto.
A cuidarse!!
Un abrazo.
Me alegro, Diego 🙂
Pequeñito o grande un método siempre supera a un montón de herramientas descoordinadas y se nota un montón.
¡Un saludo!
Muy bueno el artículo, me ayuda muchísimo en mi tarea diaria!!
Muchas gracias, Paulo. ¡Un saludo!