Una de las cosas que más estoy teniendo que entrenar con mis alumnos en las mentorías de productividad actualmente es que interioricen que el contexto influye mucho en su productividad.
Que no lo queremos admitir pero, constantemente estamos por debajo de nuestras capacidades por ignorar que nuestro reto es más difícil de lo que parece (y saber el por qué que es lo que quiero enseñarte aquí).
Así que vamos a hablar un poco de este concepto, de la técnica para aprovecharlo de manera práctica y vamos a ver ambas con varios ejemplos.
Lo primero, la teoría: tu contexto influye constantemente en tu productividad
Lo primero que tienes que tener claro es que todo lo que te rodea (tu contexto) influye para bien o para mal en la dificultad de una tarea.
Hasta aquí: fácil.
Pero esa es la teoría básica, digamos, y sobre eso se vienen a añadir muchas más lecturas interesantes.
Esto quiere decir, por ejemplo, que si enviar un email a tu cliente es algo de dificultad N, hacerlo con una mosca sobrevolándote la cabeza siempre será más difícil (N + algo).
Los condicionantes
A cada elemento que tengas en tu contexto que añada una cierta dificultad a tu tarea se le llama condicionante.
Y de hecho los hay de muchos tipos.
La mayoría además no son tan evidentes de detectar como una mosca haciendo que nos metamos a hacer cosas que nos parecen fáciles cuando en ese preciso instante son realmente complejas.
Y, por supuesto, pueden acumularse uno tras otro a la tarea (incluso estando ocultos) haciendo que una tarea que te parece simple esté por encima de tus posibilidades.
Tipos de condicionantes
Puede haber condicionantes de muchos tipos como por ejemplo:
- Físicos: estar cansado, tener hambre, dolor de espalda, …
- Emocionales: estar cabreado, tener miedo, impaciencia, …
- Psíquicos: falta de conocimientos, demasiadas cosas en la cabeza, baja tolerancia a algún agente externo, …
- De recursos: sin tiempo necesario, sin presupuesto, sin herramientas adecuadas, …
- Situacionales: ausencia puntual de un recurso, no estar en el sitio ideal para hacer algo, no haber verificado información que tengo, …
- Etc.
Las categorías no son científicas para seguir a rajatabla sino que son unas pistas que te doy yo para que te resulte más fácil empezar a buscar factores que te puedan estar influenciando.
El componente psicológico
El consenso oculto de que «está bien olvidarlos»
Un inciso muy importante que quiero hacer aquí es transmitirte muy claramente que es muy raro que hagas la tarea sola (es decir sin ningún condicionante).
Incluso cuando te dicen que 2 personas corrieron una maratón en 2 horas raramente a nivel de esfuezo es comparable. Porque mientras uno pudo tener una preparación exquisita, tener un clima templado, correr en casa, tener un entrenador excepcional, y planteárselo como un reto ilusionante, el otro podía tener el viento en contra, sufrir un infarto en el medio y aún así seguir corriendo, tener protestantes en contra de esa carrera alrededor, falta de suministro de agua en el último kilómetro o lo que sea.
Pero la historia no recuerda esas cosas y al final no se va a decir «este corrió la maratón en 2 horas con todos esos condicionantes», se dice que «corrió la maratón en x tiempo». Y eso como dato está bien pero para aprender tú productividad, no se puede simplificar tanto.
Es más, ándate con ojo porque tendemos a pensar que tener en cuenta ciertos condicionantes suena casi a excusa.
Ser productivo = ser siempre consciente de cada tarea y el contexto en el que hay que hacerla
¡Nada más lejos de lo contrario!
Si quieres un consejo sincero productivo, nunca nunca nunca te olvides de los condicionantes y del mérito añadido que tienen muchas de tus pequeñas victorias o derrotas porque en entenderlos bien está el que tu próximo proyecto triunfe o fracase.
Dicen que en la segunda guerra mundial los rusos enviaban miles y miles de soldados y luego se ponían a pensar en la logística, mientras que los americanos enviaban ya cada soldado con su cantimplora, agua, medicinas, equipamiento auxiliar, pala para cavar, chuvasquero, y al mismo tiempo camiones, jeeps, otros transportes y demás. Unos se apoyan en que el indicador principal es que el ejército con más soldados suele ganar la batalla y el otro va preparado para ganar una guerra (que se puede incluso ganar perdiendo todas las batallas).
Pues con los condicionantes mi consejo para ti es algo parecido. No te prepares nunca para, ni te tragues el cuento de que «tú vienes solo a hacer una tarea simple». Rara es la vez que no vas a tener que hacerla con alguna complicación extra.
¿Cómo funcionan?
Incluso con toda esta teoría, tienes que llegar mentalizado de que muchos condicionantes los vas a ir descubriendo poco a poco y la mayoría de ellos, tarde.
Es decir, casi te va a valer más el fallo de esta vez para la próxima que pretender anticiparlos. Aunque cuando empiezas a anticiparlos, es una auténtica gozada y visto desde fuera impresionas.
A mí de hecho me encantan esos momentos en los que todo el mundo parece decepcionado porque acabamos de encontrar un problema que no se puede resolver en el momento y apareces con alguna solución o material que demuestra que tú ya habías anticipado que podíais pasar por ahí.
¡Esos momentos en productividad no tienen precio 🙂 !
Pero, asumámoslo: los condicionantes la mayoría de las veces no los ves hasta que llegan.
Ejemplo de situación donde un condicionante menor destroza el resultado
Por ejemplo, imagina esta situación:
- Un jefe organiza una reunión buenísima con su equipo para atajar un problema recurrente.
- Hacen una lluvia de ideas de 1 día entero por primera vez comunicando todos.
- La reunión está siendo un éxito, sienten que están llegando al fondo del problema, que lo están entendiendo pero les falta cuajar una solución
- El jefe o alguien dice «son las 17h55 tenemos que escribir en 5 minutos las conclusiones» y escriben mal, rápido y a machete lo que sale
- De una reunión genial salen las peores conclusiones posibles frustrando a todos los presentes
¿Cuál fue el condicionante?
Se puede apuntar a varios pero, digamos que el principal es: que por la presión de acabar a la hora y zanjar el tema hoy (condicionante muuuuy menor) se tira a la basura el trabajo de un día entero de todo el equipo.
Son este tipo de reflexiones las que se sacan cuando tienes perfectamente interiorizado que tu productividad está directamente influida por el contexto.
Por eso, la mentalidad a la que te invito a llegar es que tienes que empezar a fijarte en cosas como que:
- si es un tema que os ha quemado durante meses a nivel emocional puede estar el equipo quemado, empieza por atajar eso
- si es un tema urgente, no puedes pretender una solución perfecta (prioriza una aceptable «rápida») y ya veremos más adelante
- si para ti es más importante que a las 18h esté el tema cerrado que lo que puedas ganar, estás limitando gravemente tus opciones
¿Y cómo se aplica esto al día a día?
El cambio principal de mentalidad es que tenemos que auto-convencernos y hablar abiertamente de este factor para poder tener en cuenta al contexto.
Por ejemplo, si tu cliente te pide las cosas tarde y mal y cambia progresivamente de orden tiene que entender que va a tener que pagarte las horas perdidas. El precio normal es para clientes normales y no le haces ni te haces ningún favor ignorando ese factor.
También tenemos que admitir que somos humanos y, a lo mejor antes de entrar en una reunión, empezar a hacer algo importante o trabajar en una tarea, viene bien escucharse como dicen en coaching «cabeza-cuerpo-corazón». Es decir: ¿tengo la cabeza libre o ocupada con algo que me condiciona? ¿Vengo con algún condicionante físico importante? ¿Emocionalmente estoy bien?
Porque si estás cansado, cabreado o distraído lo más productivo no es lanzarte a hacer una tarea como si no pasase nada, sino atajar rápidamente ese factor o darte cuenta de él y hacer la tarea o la parte que puedas consciente de que eso es un riesgo.
Te dejo con la idea para rumiarla un rato y, ya sabes, si te ha gustado ayúdame a difundirlo compartiéndolo en tus redes sociales y puedes comentarme cualquier cosa en la próxima.
¡Nos vemos en los comentarios!
6 comentarios
Meda gusto y leo todas tus publicaciones eres una persona con mucho futuro, porque esto me acaba de saber porque muchas veces no comprendo las tareas.
Tus tip me an ayudado mucho sabes eres una persona tan admirable y sobre todo inteligente que todo lo que dices muy cierto. Sigo tus tip que tengas un excelente día. Saludos
¡Muchísimas gracias por tus palabras, Narcisa!
Un saludo
Hola Iago. Concuerdo con Ramiro. Creo que la simbiosis existente entre la Naturaleza Humana, la Idiosincrasia, etc. Y los diferentes sistemas de productividad es un tema que no se puede dejar de lado, como si por ignorarlo, desaparece. Creo que este tema da para mucho mas y tu eres muy bueno explicándolo.
Actualmente soy responsable de un grupo de trabajo con Egos tan altos que creen que «fueron bordados a mano por el mismo Dios», muy inteligentes en su ramo y con mucha experiencia pero tan renuentes a incorporar la productividad personal en su dia a dia, como un niño a tomar su medicina.
Saludos desde Monterrey, Mexico
¡Gracias Humberto! Y mucha paciencia con tu grupo 😀 !
Un saludo
según la foto es usted una persona joven y preparada para orientar y capacitar.
este es su ramo y va mas que de los negocios, influye en las personas para motivarse y detenerse a analizar y pensar que hacemos mal, o que no estamos viendo
felicidades y gracias por su noble aportacion
Sinceramente, muchísimas gracias, Ramiro por tu comentario y por apreciar que se trata «más que de negocios». Es algo que siempre he buscado transmitir y por eso me alegra tan especialmente tu ccomentario.
¡Un saludo y muchas gracias!