Hola a todos de nuevo (tanto a los llegados durante el verano como a los veteranos) y ¡ya estamos al pie del cañón!
Como la misión de TdO es ayudarte a ser más productivo (o lo que es lo mismo a conseguir el doble de objetivos, con la mitad de esfuerzo), no podía empezar Septiembre con otra cosa diferente de la piedra filosofal de la productividad personal: los métodos de productividad.
¿Qué es un método de productividad personal?
Un método de productividad personal es ante todo un sistema, un conjunto de reglas bien pensado que funciona como una maquinaria engrasada.
Piensa que todos los días, como persona que eres, tienes tareas, se te ocurren ideas, tienes objetivos en la vida, concibes planes y te delegan obligaciones. Todo eso puede convertirse relativamente rápido en un enredo demasiado grande y complejo como para que podamos llevarlo todo y resolverlo en la cabeza.
Cuando eso pasa nos saturamos. Entramos en modo urgencia, empieza a funcionar todo mal y se suceden los fracasos tanto visibles como invisibles.
Un método de productividad por lo tanto es una metodología prediseñada. Siguiendo esas reglas perfectamente claras y coordinadas logras organizarte y mantener un nivel de productividad radicalmente superior al que podrías reaccionando en el momento a cada cosa.
Los métodos constan de reglas y herramientas físicas o virtuales.
Para que te hagas una idea de lo que pueden ser esas herramientas, es frecuente encontrar en un método de productividad cosas como bandejas de entrada, listas de tareas, un sistema de gestión de información y otras dependiendo de cada método.
¿Dónde se encuentran los métodos de productividad? ¿Cómo escojo uno?
No te voy a mentir: los métodos de productividad brillan por su escasez. La definición que te acabo de dar es casi una «novedad» y hay muchas técnicas o herramientas relativamente cutres a las que sus autores no dudan en llamar «métodos» aunque no lo son.
En el mundo de la productividad, los más avanzados quizás sean Getting Things Done (GTD) y Zen To Done (ZTD).
Se leen a través de libros (o cursos) pero lamentablemente son demasiado abstractos en la actualidad, difíciles de implementar y con un proceso de aprendizaje algo tedioso.
Es muy común que escuches que herramientas como Autofocus, la técnica Pomodoro o el Inbox Zero son métodos de productividad pero eso es simplemente mezclar churras con merinas.
(Por cierto, si quieres aprender más sobre cada herramienta, no dejes de echarle un ojo a mi centro de recursos. En el aprenderás qué es cada cosa y cómo encontrar las mejores para ti).
¿Qué método de productividad me recomiendas?
A día de hoy mi recomendación sigue siendo que te crees el tuyo propio. Es sin duda lo mejor que puedes hacer aunque a mucha gente esto le eche para atrás porque preferirían algo acabado y «listo para usar».
Pero piensa que cuanto más genérico sea el método, menos adaptado estará a tus necesidades. Y cuanto más «listo para usar» sea, menos profundo y eficaz podrá ser.
Por eso, los métodos «listos para usar» y «super-simples» suelen morir en seguida. O bien porque tus listas de tareas se saturan o bien porque el método define tan poquitas cosas que al final tienes que acabar definiendo tú cómo vas a organizarte en todo el resto de situaciones (es decir: estarías «extendiendo» tú el método malo).
En ambos casos, te recomiendo encarecidamente, si te interesa aprender a ser más productivo, que te hagas con una copia de La revolución productiva, que es un libro que he escrito para explicarte las bases de la productividad y llevarte hasta el punto en el que tú mismo puedes escribir un método pequeñito pero eficaz.
Es el mejor balance rapidez/eficacia que encontrarás, sinceramente.
¿Cómo haces tú (Iago)?
Yo tengo un método de productividad propio (escrito por mí de A a Z) y aunque he invertido mucho tiempo en él lo recupero con creces a diario gracias a ir más rápido (y además gano más cosas como tranquilidad, sensación de control, perspectiva y capacidad de abordar temas muy muy complejos que sin método no podría).
Las reglas y conceptos bajo las que he escrito mi método son las mismas que explico en La revolución productiva.
Como todo método, me ayuda desde a definir mis objetivos, pasando por guiarme mientras creo mis planes y herramientas hasta ayudarme a ejecutar las tareas (de la manera más eficaz posible y sobreponiéndome a imprevistos).
He creado personalmente también varias de las herramientas que me permiten organizarme con este método (y por lo tanto no es transferible) aunque, la buena noticia de que haya decidido dedicarme profesionalmente a la productividad personal desde el año pasado, es que entra dentro de mis planes el lanzar al público mi método de productividad.
Para eso aún queda un tiempecito, pero todo se andará.
Pero yo no tengo casi tiempo, ¿qué me recomiendas?
Lo mismo.
Si eres de los que no tienen tiempo, necesitas un método de productividad aún más que los demás.
Ahí está la clave del tema.
Yo tampoco tenía tiempo cuando empecé. Y ahora lo tengo. Dispongo de tiempo gracias a tener método y no al revés.
No puedes esperar a tener tiempo libre para empezar porque, entre otras razones, tendrá 10 veces menos interés dotarte de un método cuando te sobre el tiempo libre.
Obviamente, no te dará tiempo a montar el método mañana, pero tienes todo el interés del mundo en empezar a aprender productividad personal desde hoy.
Léete el libro hoy, capta algunas ideas, y aplica pequeños cambios desde mañana en el trabajo y en casa.
En cuanto tus listas de tareas empiecen a ser mucho más fluidas y tus objetivos estén radicalmente más claros empezarás a decir «ahora me vendría genial… (tal herramienta)».
Y eso lo harás en 2 horas descolgadas un par de días después. Pero ya estará todo hecho. Ya estarás en la dinámica de mejora continua.
A cada nueva iteración, estarás cada vez con más control, más tranquilidad, más perspectiva y más tiempo libre.
Y eso es todo. Así es cómo se empieza, cómo se construye poco a poco un método y cómo acabas un buen día con un método completo como el mío.
Cerrándolo todo
Bueno, hasta aquí por esta primera dosis de Septiembre en la que espero haberte clarificado lo que es y el interés de organizarte con un método de productividad (en comparación a no tener una herramienta que te ayude día a día). ¡Seguro que con un método, este año lograrás grandes avances y no te deseo menos!
Recuerda que, si te gusta la productividad personal, tienes a tu disposición mi guía sobre «¿cómo puedo organizarme?». Puedes descargarla gratis aquí mismo.
Hazme el favor, si te ha gustado, de compartirlo en las redes sociales (que ya sabes que soy una persona como tú y no una mega-corporación que spamee anuncios por todos lados).
Nos vemos en la próxima (ya sea en el blog o en el Gimnasio productivo) y no dejes de ponerme en un comentario lo que te ha parecido el artículo o si tienes alguna duda. ¡Ánimo con esa vuelta al cole!
10 comentarios
Hola, e recomiendo poner referencias para poder utilizar esta información en mi universidad.
Hola Laura,
Para los métodos y técnicas mencionados (GTD, ZTD, Autofocus, etc.) tienes un enlace a la web original que ya te sirve como referencia tanto para buscar más información como para señalar la fuente.
En cuanto a las clasificaciones y definiciones, como muchos otros conceptos, puedes citar directamente a esta web y a la url de este artículo porque la mayoría de lo que publico es contenido original salvo cuando cito.
Ten en cuenta que hay muy poquita información de tipo «Paper» de investigación en estos campos ya que el mercado principal crece con empresarias y empresarios que necesitan literatura «más pragmática» aunque sea menos científica.
Gracias por el feedback y un saludo 🙂
Excelente y acertados tus consejos!
Gracias Magdalena, ¡un saludo!
Hola Iago
Ya te sigo desde hace tiempo, pero es la primera vez que hago un comentario. No será la última.
Efectivamente es en estas fechas en las que aparte de los fascículos coleccionables de la tele, todos andamos buscando un sistema organizativo para encarar el nuevo curso.
Yo no empiezo ahora, llevo tiempo siguiendo a muchos autores sobre productividad personal, pero a principios de verano decidí centrarme en lo que tú enseñas, ¿porque? porque aunque hay buenos autores y se recogen importantes consejos en sus blog. He encontrado en ti una claridad, un contendió y una simplicidad que me h mpulsado a ello.
Aunque otra cosa importante que he valorado enormemente es lo que acabas de decir en este artículo, no hay métodos a medida. Cada persona es un mundo y unas circunstancias muy concretas, por lo que no tienes más remedio que tomar una referencia (en mi caso definitivamente tu) siempre sin desdeñar otras lecturas y consejos y diseñarte tu propio sistema de trabajo y productividad personal?
Yo llevo la Biblia en verso intentando definir la mejor manera, he utilizado numerosas herramientas y he encontrado que la solución está en lo simple. Creo que en breve ya dispondré de un sistema organizativo más que productivo de funcionamiento.
Muchas gracias a ti por compartir y divulgar tus conocimientos y experiencia que se están convirtiendo en la base de mi organización personal.
Un saludo.
Hola Pepe,
Pues antes que nada ¡bienvenido! que si es tu primer comentario hay que empezar por el principio 😀 .
Me alegra un montón oír que el contenido te resulta útil y enhorabuena por decidirte a montar tu propio método, que la verdad es que es un camino largo pero de muchísimo provecho.
Para cualquier duda ya sabes que puedes preguntar aquí con total tranquilidad (tanto en un artículo relacionado como en un email si no encuentras un artículo de lo que buscas). ¿De acuerdo?
Un saludo y ¡bienvenido!
Aunque soy un seguidor de GTD con Evernote adaptado, coincido en como el vino, el mejor método es el que te guste y te sientas cómodo.
De lo contrario, se vuelve a la anterior vida caótica.
Un saludo
Efectivamente, Juan. Si no hay “química” con tu método, ya puedes olvidarte de lo perfecto que sea. ¡Un saludo!
Magnífico como siempre Iago!!! Queda todo muy claro!!!
Gracias, Idoia. ¡Un saludo!