Septiembre es un mes curioso. Se trata probablemente del peor momento para empezar proyectos nuevos y paradójicamente también cuando lanzamos más (casi por delante de fin de año).
Es casi fascinante observar como el Septiembre de los adultos es el Junio de los estudiantes. Solo que los estudiantes en Junio suelen dejar todo para concentrarse en sus exámenes y nosotros nos afanamos en añadirnos más y más.
Pero… si tan conscientes somos de que Septiembre es probablemente la época más cargada del año y peor para empezar proyectos nuevos, ¿por qué seguimos haciéndolo constantemente?
Combatir las causas
En realidad el problema no es exactamente de Septiembre, sino de la transición verano-curso que nos obliga a hacer coincidir en un espacio temporal muy corto muchas cosas. Y a todas solemos percibirlas como prioritarias (si no, no habría problema).
Lo que nos falta constantemente es saber combatir las causas que nos empujan una y otra vez a acabar teniendo las mismas sensaciones cada año. El contexto, sinceramente, no ayuda.
Por eso, aquí están tanto las causas como mis tres consejos principales para que tu Septiembre sea más llevadero.
Las 3 claves de productividad para Septiembre
1. No seas impulsivo con las ideas
Tuviste mucho tiempo libre en Agosto. Como es normal, leíste cosas nuevas, estuviste tranquilo, les contaste mil veces a mil personas lo que haces durante el año y eso acaba dándote perspectiva y generando ideas.
¿Qué pasa con eso? Pues que la vuelta es ahora y coinciden cuando más te exigen con cuando más ganas tienes de hacer esos cambios que traías en mente. Es más, como tenemos miedo de que se nos olviden esas buenas ideas las sobrevaloramos frente al resto.
La actitud correcta aquí: apúntalo, ponte un recordatorio para Octubre y prioriza. Es cien veces más probable que tus ideas consigan triunfar con calma y no solo teniendo en cuenta tu punto de vista del verano.
2. Posiciónate sobre todo pero haz solo lo esencial
Nos fastidia tanto tener que hacer tantas tareas basura en Septiembre que a veces nos rebelamos intentando ignorarlas. ¡Pero es un reflejo suicida!
No solo no deberías rebelarte ahora, sino que deberías dedicarle el 100% de tu atención a quitártelo todo de encima cuanto antes (que no implica forzosamente hacerlo). Septiembre no es un mes perdido, pero lo será si dejamos que la misma lista de 4 tareas difusas nos atormente durante 4 semanas.
Hay que saber decidir. Hay que saber cerrar frentes. Empieza el año pero no se puede aceptar todo. Procura no eternizarte en esa sensación de desajuste, y di sin miedo ya que no a lo que no proceda.
3. Optimiza tu productividad
Si hay que hacer una excepción en los períodos de sobrecarga esa es la productividad. ¿Por qué? Porque ahora más que nunca es cuando el tiempo que ganas aprendiendo y aplicando algo nuevo supera al tiempo de hacer tus tareas por sí solas.
Te lo explico con una imagen:
Sé que piensas que ahora justo es cuando más trabajo tienes, pero es una ilusión que tenemos constantemente. La única obligación que tienes es la de alcanzar objetivos, no la de hacer tareas (por muy evidentes que parezcan).
Por eso: para el carro. Antes de lanzarte a hacer cosas a lo bruto, pregúntate cómo haciéndolo diferente podrías ir más rápido.
Ahora más que nunca te interesa aprender técnicas, métodos, herramientas y mentalidades que te ayuden a ir más rápido. No solo acabarás antes esta vez sino que también estarás mejor preparado para las siguientes veces.
Mantén siempre la perspectiva
Si quieres ideas inmediatas de por donde empezar a organizarte mejor, te recuerdo que existe el Boletín Gimnasio Productivo donde pasar inmediatamente a la práctica. Este mes la técnica que vamos a aprender es vaciar la mente (para ganar perspectiva).
Como ves no es una tarea a mayores sino aprender a hacer bien algo que todos necesitamos en Septiembre. Aún estás a tiempo de inscribirte aquí.
Por lo demás, te dejo porque sé que tienes bastante que hacer. Pero recuerda: aunque creas que estés constantemente sobrecargado y que debas darte siempre prisa, siempre debe haber tiempo para levantar la cabeza y pensar.
No vaya a ser que obcecados por hacer cosas cuanto antes trabajemos al máximo ritmo sin estar siendo productivos. Más vale empezar lento y saber a donde uno va.
Imágenes originales de Tomas Hawk y Hakan Forss.
4 comentarios
Bravo Iago, es como si me estuvieras viendo delante de mi lista de tareas todas urgentes, todas por hacer… y claro, tus consejos son pertinentes. Enrique
Estamos todos en las mismas, Enrique 🙂
Me pareció muy interesante .ademas que en este momento , necesitaba escuchar bueno leer una buena recomendación.
¡Me alegro, Blanca! Suerte con Septiembre 🙂