Bueno señores, aquí hace un sol de más no poder y ya va siendo hora de vacaciones.
Sé que no es verano en todos los países a donde llega TdO, pero durante Agosto me toca parón (al menos en lo que a artículos se refiere).
Eso sí, antes de dedicarme en exclusiva a las playas del Atlántico, déjame que te haga un balance rápido de lo que ha cambiado en TdO y lo que te espera a la vuelta.
Lo que he estado haciendo
Desde que el 24 de Febrero escribía aquí diciendo que dejaba mi puesto de ingeniero de seguridad informática en un banco para dedicarme emprender, el tiempo se me ha pasado volando.
La intensidad de todo este tiempo ha sido increíble y el calendario no perdona. En estos pocos meses he debido compaginar un sinfín de actividades como:
- La migración de TdO a un servidor dedicado en Amazon (para que vaya más rápida y ligera).
- La re-concepción de todas las secciones y páginas (como os presenté aquí).
- La creación de una secuencia inicial de emails didácticos para los recién suscritos.
- La migración del feed para abonados centrada en Mailchimp.
- Numerosos cambios y experimentos en continuo (de widgets, redes sociales, plugins y demás).
- Y, como es evidente, la publicación regular tanto en el blog como en el Gimnasio productivo.
No obstante, a todo eso se le suma mi proyecto principal actual, que es el que más tiempo me ha consumido y del que espero poder hablaros ya a la vuelta.
Ese es el que más energías me requiere, he empezado aproximadamente desde Mayo y me está exigiendo desarrollar capacidades y habilidades nuevas en cada etapa.
Lo que va de «profesionalización»
La verdad es que esta fase de «profesionalización» está siendo bastante como me esperaba, con un trabajo tipo iceberg (mucho que no se ve y una pequeña parte a la vista).
Alguno puede pensar que la primera etapa de un emprendedor es ponerse manos a la obra pero, lo cierto es que cuanto más rápido te pones a hacer cosas siendo tu propio jefe, más probabilidades tienes de estar haciendo cosas sin pensar.
Aquí es donde afortunadamente la productividad me ha permitido tener un poco de perspectiva y sangre fría y, aunque me muera cada día de ganas de cambiar cosas como el diseño de la web, haya optado por mantener la hoja de ruta para que el proyecto avance cuanto antes en lo prioritario.
Así que, no creas que no me apetece darle un retoque al diseño de TdO pero, me ha tocado aplicarme la misma filosofía que os transmito y dejar lo que parece importante para centrarme en lo prioritario.
Estilo, visión y decisiones
En estos últimos meses también he dedicado un montón de tiempo a aclarar decisiones porque sigo pensando que tener los objetivos claros y pensar una buena estrategia es clave antes de actuar.
Una de las cuestiones que se han barajado en este periodo es si iba a dar sesiones de coaching. Es una idea interesante y de la que recibo alguna petición cada cierto tiempo desde que me fui de la empresa.
Evidentemente en estos meses he tenido que responder a mil preguntas pero esta ha sido un poco más complicada porque me ha supuesto un dilema.
Por un lado, es el tipo de actividad para el que me hubiesen entrado ganas de hacer tiempo, desarrollarla en serio y luego empezar a ofrecerla oficialmente pero la razón por la que no he decidido no hacerlo (al menos por un buen rato) es porque el coaching es muy caro, repetitivo y está injustificado en muchas situaciones.
En otras palabras: no quiero hacer coaching hoy porque no me gustan los resultados que se le pueden prometer a una persona en pocas sesiones. Además, no creo que haga falta que una persona pague 10 o 12 sesiones de coaching por contenidos que se le pueden explicar infinitamente más barato de otra forma.
Alguna vez me he quedado con mal cuerpo, después de responder a un email o pregunta redirigiendo hacia comprar La revolución productiva o a descargar la guía (que requiere suscribirte al boletín) pero, a decir verdad, ese es el caso ideal.
Cuando una persona te pregunta una duda y le puedes responder con un producto acabado es genial.
Sabes que responde de sobra con más de lo que puedas explicarle en una hora, sabes qué va a lograr al final, sabes lo que cuesta, sabes cómo le ha funcionado a los anteriores y lo puedes mejorar continuamente si es necesario. El coaching o una respuesta construida en directo siempre va a ser peor que cualquier producto refinado salvo para cuestiones puntuales (un porcentaje muy pequeño que si justifica el coaching).
Evidentemente podría explicarle cada una de las nociones de La revolución productiva a quién me pidiese coaching y siempre en el orden que esta persona las necesitase pero, la productividad es gigantesca. No resulta práctico para un aprendiz empezar así desde el principio.
El gran volumen se puede leer, ver o escuchar de la misma manera en otro sitio si existe ese sitio, ese producto (libro, curso, vídeo o lo que sea).
Ahí es donde creo que, en ciertos temas, lo que hace falta hoy en día en el mundo no es un «coach más» o un «consultor más» sino más contenido de calidad, soluciones completas que resuelvan problemas de A a Z, que expliquen nociones y que estén ahí fuera para quien las pueda necesitar.
Por eso, mi visión en este tema, y en torno a la que quiero dirigir TdO es hacia crear ese contenido claro, con esquemas, con definiciones, con ejemplos de la vida real, estructurado y cercano ya sea a través de libros, cursos, programas informáticos o lo que mejor cumpla la función en cada situación.
Y, aun así, siempre me va a quedar la espinita de que no pueda ser todo gratis pero, al menos existirá una solución para el que la necesite y, desde luego, radicalmente más barata que si se la fuese explicando a cada persona en una hora de videoconferencia. ¿No te parece?
Pues ese es el plan y el porqué de mi decisión.
¿Y a la vuelta?
A la vuelta más y mejor.
Tengo en mente seguir apostando y ampliar formatos especiales que he ido retomado como las encuestas y los vídeos ¡en los que tanto estoy aprendiendo! (compara este primero de 2015 con este último de hace un mes).
Y por la hoja de ruta también es probable que vuelva a publicar como visitante tras haber retomado el ritmo publicando últimamente en sitios como ClassOnlive y el blog de Laura López (archiconocida por su calculadora freelance y ahora ya peso pesado de la blogosfera hispanoparlante).
No te atragantes con ninguna comilona. No te quemes demasiado al sol. Pero sobre todo, sobre todo, sobre todo, no dejes de tener un verano increíblemente productivo lleno de mini-objetivos que ilusionen ya estés de vacaciones o no. ¿De qué si no nos sirve la productividad?
Nos vemos a la vuelta. ¡Que tengas buenas vacaciones!
4 comentarios
Descanso merecido en la tierra más maravillosa del mundo. Y no gastes todo el sol, que «seica» este año Lorenzo se está portando en tierras coruñesas. A ver si se va a asustar…
Por último, normal que los primeros meses sigan el modelo iceberg. Cuando llegamos a una empresa nuestro rol y recursos ya están más que delimitados, somos una pieza de un puzzle y todo lo que hacemos es más que visible; en cambio, siendo tu propio jefe tienes que diseñar el dibujo del puzzle y colocar todas las piezas y eso requiere reflexión. «Pasiño a pasiño», que por lo que cuentas te va a quedar un mural de Museo del Prado.
Ánimo y, lo dicho: a desconectar,» rapasiño».
¡Gracias Iris!
Grande Iago! Cada vez me gusta mas leerte!! Buenas vacaciones!!
¡Gracias Iñaki! Buenas vacaciones a ti también 😉