Cuando realmente logras algo grande, ya sea porque sea algo muy visible en el momento o por algo que años después te paras a pensar y lo reconoces como un punto clave en tu camino, raramente te paras a pensar en las claves que lo consiguieron.
Pensándolo fríamente, la productividad que necesitas aprender es exactamente eso: las técnicas que separan a Steve Jobs de un empresario de medio pelo, las claves que convirtieron a la web de Mark Zuckerberg en el Facebook de hoy en día y no en una página web más, y las diferencias entre tú y el que se sentaba a tu lado en el colegio.
¿Qué hay de diferente para llevar a caminos tan separados?
Difícil de atribuir
No es raro sin embargo que si le preguntas a una persona que acaba de resolver con facilidad algo muy complejo cuál cree que fue la clave para lograrlo, la respuesta sea simplemente que no lo sabe.
Es como si no se creyese capaz de volver a hacerlo, aunque en realidad sí sería capaz de hacerlo de nuevo. Cuando le preguntas, no sabe, cuando la situación se repite, lo vuelve a lograr.
Resulta irónico cuando menos que no sepa decírtelo, puesto que esa capacidad acaba de ser la clave de su último éxito. Y tú, para poder imitarlo, necesitarías saber de qué se trata.
Capacidades y consciencia
Lo que somos capaces de hacer está en algún momento limitado por nuestra caja de herramientas básicas.
Sigo hablando de productividad, pero mira todo lo que eres capaz de hacer en productividad como si fuesen piezas de Lego. Cada cosa que sabes hacer es una pieza diferente, con su altura, su anchura su largo y su color. Para no liarnos, si sabes hacer una técnica, tienes tantas piezas de ese tipo como necesites para tu proyecto.
Está claro que si tus piezas son todas rojas, una torre verde es imposible de construir. No obstante, una torre de 15 pisos puedes construirla por muchas combinaciones. Puedes utilizar una pieza de 15 pisos si es que se encuentra en tu caja o puedes apilar 15 de un piso si esa es la única pieza de la que dispones.
Decisiones infundadas
Ahora bien, antes de embarcarnos en un proyecto, normalmente decidimos el cómo lo haremos, y lo que es más, hay proyectos que abandonaremos si no nos sentimos capaces de acabarlos.
Un ejemplo muy simple: ¿Por qué no todo el mundo abandona su trabajo y se lanza a lo que siempre quiso hacer?
Entiendo que existe un porcentaje mínimo de gente en el mundo que lo ha analizado ya y que tiene la vida actual porque su ideal no es viable. Sin embargo la inmensa mayoría no somos así.
El punto al que quiero llegar con todo esto es que hay barreras que suponemos que existen y que ni siquiera probamos a empujarlas a ver si se caen. Así que estamos tomando decisiones a diario de por dónde vamos o por dónde dejamos de ir como si escogiésemos el camino por el que ir al supermercado aceptando que tenemos que bordear todos los edificios y que no somos capaces de atravesar paredes.
El conocimiento pasivo
Lo sé, hasta ahora todo lo que has leído es muy confuso, pero me centro: quiero hacerte llegar dos ideas muy concretas:
1. Que el identificar el por qué te sale bien lo que haces es importante.
Y para eso vuelvo a mi ejemplo de las piezas de lego y te pregunto:
«- ¿Eres capaz de construirme una pirámide azul?»
La respuesta lógica será:
«- Eso depende de si tengo las piezas de las formas que necesito y si las tengo azules»
Pues en definitiva, el identificar lo que haces día a día bien es cómo mirar qué piezas hay en tu caja. Lo que puedes hacer hoy, mañana o en un año, depende de las tareas básicas que sabes resolver.
Y no sólo basta con saber hacerlo, sino también necesitas ser consciente de que sabes hacerlo. Porque de lo contrario, tú mismo te cerrarás puertas por miedo y al mismo tiempo cuando te veas arrinconado y no te quede otra, te sorprenderás de haber logrado lo que parecía imposible.
2. Que tienes que desarrollar más piezas diferentes.
Igual que las pirámides azules no se pueden construir con piezas verdes, hay proyectos que no puedes resolver con lo que sabes. Pero sí puedes desarrollar esas capacidades. Es más, lo que pretendo animarte a hacer es que te lances a ambientes hostiles y nuevos para desarrollarte personalmente.
La ventaja de ser tú el que da el paso adelante es que lo haces de forma controlada y que si las cosas salen mal, el riesgo es nulo. Mientras que cuando necesites realmente esa capacidad puede que la situación implique riesgos o que simplemente tengas que dejar pasar una gran oportunidad.
Recogiendo las piezas
Cada uno tenemos nuestras propias piezas. Hay gente con dotes sociales excelentes, otros con dotes técnicas y otros con capacidad creativa. Cada pieza: un color y una forma. Pero para resolver cualquier problema debes tener piezas de cada tipo y para beneficiarte de las oportunidades vas a tener que asumir el reto antes de que pase el tren y eso implica decir si te ves o no capaz de hacerlo.
Siento que el artículo haya sido tan abstracto pero espero que hayáis añadido otra pieza al cubo y que con ella podáis construir nuevas pirámides.
6 comentarios
Gran artículo. El concepto es claro y aborda directamente los puntos importantes. Hay un factor clave que se ha dato por sentado: la actitud. El qué y cómo han de conectarse para que todo sea posible y eso lo consigue la actitud.
Desde luego, es obvio que para construir la pirámide azul es posible si tienes las piezas. Pero, ¿y si no las tienes? La actitud te permitirá construir la pirámide con otros colores, y después pintarla. Ahí está la clave: no depender de reglas. La actitud activa la imaginación.
Buen artículo ! Nuestras victorias vienen cuando salimos de nuestra zona de confort . Los miedos son parte del proceso para conseguir el éxito en cualquier proyecto y debemos reconocerlos para que no nos afecten más de lo que son ( nuestras propias creencias y subjetividades )
Gracias por el artículo Iago
A salir de nuestra zona de confort nos obligan constantemente, la diferencia está en si lo hacemos nosotros en situaciones por la diversión y el reto o si esperamos a que haya un riesgo. Así que cuantas más piezas de lego tengamos, más opciones tenemos para resolver situaciones.
Creo que entendí!!! Es cuestión de conocer nuestros talentos y partiendo de esa consciecia, es posible desarrollar y fortalecer las capacidades ocultas y arriesgarnos «al hacer» con productividad. Nos invitas a salir de la zona de confort, pues no puede ser el miedo el motor de nuestras vidas. Les dejo un link complementario. Iago.. jamás me cansaré de agradecerte por el acompañamiento que haces a través de este blog. Feliz descanso. http://www.youtube.com/watch?v=RSUykLfEmVE
Excelente, me gustaria que me continuaran enviando información
Gracias.
Gracias a ti Carolina por contribuir con tu opinión. El vídeo está muy en la línea, efectivamente. Pero como bien apuntas, lo importante es la conclusión final: salir de tu zona de confort. Así que el artículo se enfoca principalmente en invitar a eso: piérdele el miedo a hacer lo que en el futuro puedas considerar como una opción para resolver problemas.
Un saludo!