Voy directo al grano: las cosas que tienes más arraigadas te dan estabilidad.
Tus hábitos más asentados son los que te hacen entender tu rutina tal y como la conoces. Es lo que te hace ser tú mismo y no otra persona. Y seamos sinceros, además, no tienes el tiempo y es posible que tampoco sea lo pertinente, gastarlo en cuestionar absolutamente todo lo que haces.
Ahora bien, un comportamiento extremadamente frecuente, pero no por ello menos improductivo, es la actitud sistemática que parecemos padecer de situarnos sistemáticamente a la defensiva en cuanto se cuestiona algún aspecto de nosotros mismos.
Se trata de la actitud
En esto, como en la mayoría de los avances en productividad, el aprendizaje está en la actitud. Ningún avance material, sistema de otra persona, dispositivos o palancas diversas es capaz de cambiar tanto tu productividad comparado al efecto de adquirir ciertas actitudes.
La actitud defensiva
La actitud defensiva es lo que se produce casi sistemáticamente cuando alguien pone en evidencia un aspecto de nosotros claramente desatendido o con una solución muy rudimentaria.
Me refiero a situaciones en las que hablamos con ideas preformadas y muy poco fundamento o a cuando nos decantamos basados en fuertes prejuicios por una opción cualquiera. Pero sobre todo, el denominador común a todas estas situaciones es que ante tan humillante evidencia de que alguien nos señale que o no tenemos ni idea o que nuestra opción es claramente muy mala o infundada, nuestra respuesta es intentar buscar una justificación sobre la marcha.
Nuestro interés no debería ser nunca defender una solución a muerte simplemente porque sea la nuestra, sino que deberíamos estar con los ojos bien abiertos para salir de la discusión con la mejor de las propuestas.
Cuestionar por defecto
Cuando alguien cuestiona tu método tampoco se trata de pasarse al del otro de inmediato, sino de someterlo exactamente a las mismas pruebas.
No malgastando tus esfuerzos en defender tu método obtienes la distancia y libertad suficientes para evaluar de manera imparcial la alternativa que te presenten.
Si hay una manera de salir beneficiado de una situación de crítica como esa, es admitiendo que tu sistema anterior era peor. Sólo en tal caso estás progresando. Así que en cierto modo nos interesa estar atentos a las críticas que, aunque a menudo mal expresadas o con intenciones cuestionables, son una fuente potencial de mejoras.
Y aquí querría hacer un inciso: no hablo de grandes discusiones con tu archienemigo del trabajo, sino de detalles que te señalan en casi cualquier conversación de diario.
Ponerlo en práctica
No he dicho que sea fácil superar este fenómeno, que además parece más bien un reflejo subconsciente.
Lo que sí te invito es a que tengas aparcado el razonamiento para que le próxima vez que seas consciente del efecto, te cambies a la actitud de cuestionar y dejando el esfuerzo o apego a tu solución, estés en disposición de aprovecharte de la que te presente otra persona si realmente está argumentada y la acabas considerando más adecuada.
En eso consiste exactamente una actitud productiva. Ésta en concreto es una regla además con la que consigo avances pasivos de productividad. Y este breve artículo espero que te haya dejado aún unos minutos libres para dedicarlos a pensar en cómo y cuándo podrás ponerlo en funcionamiento. Como siempre, agradezco tus comentarios y el compartir el artículo con posibles interesados a través de LinkedIn, Twitter y derivados. Compartiendo, colaboras a la difusión de la idea, y comentando me permitirás poner la siguiente cuestión sobre el aspecto que más la necesita.
Y bien, ¿tú justificas o cuestionas?
6 comentarios
Buscando por la Internet una solución a mis problemas me encontré justamente con tu blog, éste es el segundo artículo que leo y me encanta todo lo que has escrito, eh podido entender todo lo que has querido decir y se me ocurren miles de situaciones en las que esto puede ser aplicable, lo que espero es que no quede solo en esta lectura y poder llegar a aplicar esto y las demás técnicas que has dejado, voy a poner lo mejor de mi para hacerlas parte de mi día a día, soy un nuevo seguidor de tu blog, muchas gracias!
Hola Martín, me alegro de que el contenido responda a lo que buscabas. Sobre todo al principio es cuando más riesgo hay de abandonar tu buen propósito, así que si quieres asegurarte de no perder tu objetivo de vista te recomiendo que te pongas algún recordatorio periódico y/o que te suscribas al blog (aquí: http://feedburner.google.com/fb/a/mailverify?uri=TecnicasDeOrganizacion&loc=es_ES) que te recordará el tema cada semana).
También te recomendaría que no intentases asumir todo el blog de una vez sino ir haciendo pequeños cambios y afianzándote en ellos ya que es más fácil de asimilar y aprender contenidos en pequeñas dosis. Dicho esto, bienvenido y siéntete libre de opinar y preguntar tanto como desees, el blog está para resolver dudas.
Un saludo
Cuestionar es escuchar, compartir, avanzar en un frente común.
Justificar es ser esclavo de tus propios pensamientos, porque al justificar quiere decir que de ante mano has establecido como únicamente correcta tu idea, sin plantearte que pueda ser superada por otras que sean mejores, fomentando el ego de: «Yo tengo la verdad», cosa incierta desde el principio, nada más lejos de la realidad y del avance del alma; por otra parte mediante una buena dialéctica con nuestros semejantes, vamos por el camino indicado para lograr digerir nuevas, complementarias o desechar ideas y que esto nos sirva avanzar en comunión con los demás. Una cuestión es el interés por encontrar el camino adecuado, es tener deseo de progreso.
Es gozoso una vez más leer uno de tus artículos, que nos hace percatarnos de algunos de los errores humanos que nos hacen involucionar. El plantearlo abiertamente y que cada uno tome conciencia es bueno para corregirlo.
Un abrazo Iago, un abrazo a todos/as.
Es un artículo muy importante para mi juicio, ya que el ser humano normalmente emite juicios en cada uno de sus pensamientos, mas no estamos acostumbrados a interrogarnos y a emitir preguntas inteligentes que nos den la posibilidad de mejorar y de cuestionarnos nosotros mismos, cada vez que juzgamos lo hacemos normalmente inconscientes en el mundo diario y es muy buena práctica poder aprender hacer preguntas asertivas que nos conduzcan por caminos mejores, definitivamente te felicito es un método como todos sabemos es muy profundo y deberíamos estudiarlo más.
pues ahí va algo para que cuestiones… a mi parecer este articulo aunque perfecto en forma, contenido y estructura carece de cercanía, de ese trato no tan académico y mas personal, ten en cuenta que todo el mundo no tiene el mismo nivel y para el que no este muy puesto en actitudes, psicología y comportamiento le puede sonar a chino mandarín. Echo de menos esas analogías de tus últimos artículos , esos ejemplos cotidianos o no tan cotidianos que nos ayudan a ponernos un poco mas cerca del lugar donde tu quieres que fijemos la vista.
Espero que la critica sea bien acogida y si no es así que por lo menos puedas sacarle algo de provecho ;-).
un saludo Iago y mi mas sincera enhorabuena por el blog.
Perfecto GtdNotavo, anotado.
Prefiero siempre lo generalista porque es más transportable a diferentes situaciones pero para el blog está claro que los casos aplicados se imponen. Aún así este tema es muy difícil de tratar con un ejemplo (es demasiado portable). Espero que comprendas la excepción que considero necesaria, los ejemplos cotidianos seguirán siempre que el tema lo permita y además te agradezco tu capacidad crítica. Seguiré atento a ello. Un saludo.