Un defecto gordo y común acerca de la organización y la productividad es que los que se consideran completamente desconocedores del tema lo ven todo blanco o negro. Así que la mayoría ven dos grupos de personas: el de los organizados y los desorganizados.
Lo que es más, a menudo oigo que las expectativas de alguien que aprende sobre productividad son como mínimo llegar lo antes posible a un punto en el que tengan todo bajo control y después, a partir de ahí, lo que haya que hacer que tampoco está tan claro.
Pero no, este no es un post extremadamente breve. No pienso parar en el concepto de que la organización hay que aprenderla progresivamente, además me voy a mojar proponiéndote un método: ¿te apetece probarlo?
Cosas que te frenan
Ahora bien, para buscar ese método, lo primero es saber por qué fallan la mayoría de intentos de una persona normal para organizarse. Contrariamente a lo que te pueda parecer, una persona desorganizada hace intentos por organizarse constantemente.
He aquí una lista de mis preferidos, en ella encontrarás algunos de los más comunes así como los más infravalorados:
- Intentar organizarte sin recordar por qué habías fracasado antes
- Falta de orientación (ser incapaz de saber si tus intentos van en la buena vía)
- Subestimar el esfuerzo
- Querer organizarse al 100% en un sólo intento
- Creer que no tienes los recursos necesarios / lo que hace falta
- Compararse con el esfuerzo que les cuesta lo mismo a otras personas que son buenas en esto
- No asociar directamente los beneficios («- Quiero organizarme – ¿Por qué? – Creo que es la solución a mis problemas – ¿Cuáles en concreto? – No sé, varios…»)
- …
Así que las agrupo todas en dos categorías: la de no saber hacia dónde ir y la de no saber dimensionar. Pero con el añadido especial, de que podemos intentarlo mil veces y cuando fracasamos no obtenemos ni el más mínimo aprendizaje.
Y ahí es donde te propongo mi alternativa.
El reto que te propongo
No sé si estás de vacaciones o no, pero para saber organizarse se necesita experiencia. La experiencia se consigue con práctica y para acelerar el aprendizaje se necesitan objetivos y tiempos muy cortos entre principio y fin.
Mi propuesta es que te marques objetivos con una semana de duración. Para ponerlo en breve:
- Objetivo: El que tú te maques. Recomendación: que responda a la pregunta ¿cómo te gustaría llegar a la semana que viene (en qué estado o con qué problemas de menos)?
- Tiempo: Una semana, desde que acabes de leer este artículo hasta exactamente 7 días más tarde (el tiempo de planificar es tiempo usado también).
- Requisito: Comprometerte a lo que planifiques.
- Recomendación extra: Hazte con una libreta
Realmente, no importa que lo consigas o no, sino que te esfuerces hasta el último minuto por ello, y para eso es imprescindible que te comprometas con tu objetivo, que es exactamente lo que te ha impedido aprender más en el pasado.
Lo ideal: el fracaso por la mínima
No te voy a engañar, quiero que tu objetivo fracase por un casi nada. Sé que suena raro, pero que tu objetivo fracase significa que tú asumes que ha fracasado (nadie va a decirte lo contrario). Y si asumes que fracasas es porque has aceptado el compromiso. Significa que hubo metas y no las consideras hechas, además, si has hecho un planning podrás decir exactamente dónde y por qué has fallado.
Y aquí es donde entra la libreta. La libreta es donde vas a poner por escrito con fecha y hora el momento en el que empiezas, el cómo te van fluyendo las ideas y el plan que propones para desarrollarlo. Esta libreta se queda encima de tu mesa abierta constantemente porque tu objetivo falla tanto si lo olvidas como si no lo consigues.
Una nota suplementaria, dado que se trata de objetivos a una semana, evita cosas que no dependan de ti tales como que alguien te tenga que llamar o un envío que tarda más de 6 días.
¿Beneficios?
De aquí a una semana tu libreta será un historial perfecto de cómo se fue desarrollando la semana. Descubrirás la cruda realidad de por qué una cosa que parecía tan sencilla el primer día era evidentemente una tarea sobredimensionada cuatro días más tarde.
También verás evolucionar objetivos, porque si el martes hace un día de sol tremendo puede que tu objetivo pase a un segundo plano y que compruebes que puede fracasar tanto por su dificultad como por una simple falta de motivación, compromiso o cualquier distracción.
Piénsatelo, si aún no has encontrado un gran objetivo de verano quizás te interese probar a pocos e ir aprendiendo. El problema de los objetivos a largo plazo es que mucha gente se cree capacitada para asumirlos cuando no lo está.
El sistema de objetivos semanales te permite comparar rápidamente planificación y ejecución. Así tus conclusiones están frescas y el aprendizaje se fija.
Un ejemplo de objetivos de este tipo a asumir:
En una semana quiero: haber resuelto el problema de la lavadora (tener una lavadora funcionando), acabar de organizar el viaje y archivar definitivamente todo lo del curso pasado
Si algunos están ligeramente sobredimensionados perfecto, en vez de rechazarlos de lleno, los verás posibles aunque te verás obligado a pensar algo que te ayude en la tarea. Ese algo no es ni más ni menos que una palanca y te será extremadamente útil en el futuro.
Buena suerte, y para todo tipo de intentos o consultas, podéis dejar un comentario. ¿Qué te parece el método? ¿Vas a probarlo esta semana de verdad con objetivos, tiempo y libreta?
9 comentarios
Hola, muchas gracias por las ideas, la verdad yo ya había hecho un sistema que servia para lo mismo, pero menos concreto, tenia una variación en el que se eliminan los proyectos innecesarios y se anotan los que están vigentes, correlacionándolos con el dinero que tengo y lo que pueden llegar a requerir o si simplemente no lo requieren, pero el factor de utilizar el tiempo como meta, a pesar de que lo había utilizado, me era inútil hasta que leí esto, las metas de tiempo que uso, son completamente inflexibles, o fallo y técnicamente lo abandono, o lo logro y continuo, pero lo que enseñas de conocer el progreso ya sea errado o correcto, y adquirir una palanca, puede ser muy útil (si es que no mal interpreto «palanca», pienso que es el factor a corregir para lograr el tiempo) me aventuraría a ponerle plazos diferentes según la estimación que tenga de cada objetivo, por supuesto, enfatizando los de corto plazo, para adquirir tu técnica; me cuesta planificarme para errar, pero entiendo la idea, o presiento que lo entenderé en carne propia jeje en una semana te contaré como me ha ido, muchas gracias, saludos.
Hola!
Es mi primera entrada a este blog. Me ha parecido muy interesante porque me paso la vida planificando la vida, para luego no cumplir el planing y volver a planificarla… Entre medias voy cupliendo objetivos (menos mal…), normalmente improvisando…
Me ha llamado la atención el último comentario «voy a tomarme una semanita de relax» ¿también lo vas a planificar o mejor improvisar? 😉
Saludos!!
Como te comentaba, estoy de vacaciones, así que voy a tomarme al menos una semanita de relax 🙂
Aprevecharé para hacer limpieza de todo el contenido digital que poseo (tanto de trabajo como de ocio) dejándolo a lo mínimo. Quiero formatear el equipo, hacer particiones e instalar Lion y Ubuntu. Es ideal hacer esto en vacaciones porque me puedo tomar mi tiempo para dejarlo todo fino.
Sí, el porcentaje es (completado/totales)*100. Quizá no sea muy orientativo porque unas tareas requieren más trabajo que otras pero de alguna manera tenía que medirlo.
La libreta me indica que he sido muy desordenado, algunos días he completado varias tareas y otros días no he completado ninguna.
A decir verdad, estoy de vacaciones y las tareas eran tan dispares como «Cambiar el grifo de la cocina», «Terminar de leer La Dama Azul de Javier Sierra», «Buscar un buen programa de solfeo para el Mac»…
Si se hubiera tratado de mi trabajo supongo que habría sabido medir mucho mejor los tiempos y la energía que le tengo que dedicar a cada tarea.
¿A ti qué tal te ha salido?
Ahora mismo estoy acabando la 4ª semana consecutiva, pero ya tuve más semanas antes de Julio. De todos modos, el experimento tal y como lo presento en el post, con libreta y ligeramente sobredimensionado (en particular estos dos detalles) son modificaciones de este último bloque de 4 semanas.
Yo no tengo un indicador como propones (ese 30%), sino que me centro en que vaya convergiendo hacia un tiempo disponible y «el volumen» de trabajo que soy capaz de hacer. En otras, palabras, estoy intentando sacar una media del tiempo que me roban los imprevistos por semana. Mirando a mi libreta, parece que tengo una media más o menos constante. Así que éxito, el experimento converge.
De todas formas no quiero destriparlo ni anticiparme porque aunque la idea está por buen camino contar a hora resultados intermedios podría ser contraproducente.
Quizás tu siguiente etapa sea ver si esos días en los que no trabajaste en tus objetivos se repiten todas las semanas y cuántos son. Si es así habrá que dimensionar objetivos como si las semanas tuviesen 6 o 5 días. Además una diferenciación que puede resultar útil es diferenciar un límite máximo (semana al límite) y la semana media (una que podrías mantener indefinidamente). Prevés siguiente semana? Y si aceptas el reto, a qué la enfocarás (qué es lo inmediatamente siguiente que te interesa poner a prueba)?
Resultado: Un 30% de objetivos completados.
Bueno, no está mal teniendo en cuenta que sobrecargué la lista de tareas en exceso para asegurarme que era totalmente imposible hacerlo todo.
El experimento ha resultado interesante, de todo se aprende 🙂
Un saludo
He de decir que el objetivo no es asegurarse de que te resultará imposible, sino dimensionarlo ligeramente por encima de lo posible. De todas formas ahora puedes tomar ese 30% como la base de lo que das hecho en una semana (un referente).
En realidad tampoco sé como has tomado esa medida (está ponderado o es que has hecho 3 de 10?). Lo que resulta práctico al final es basado en la experiencia poder tener una aproximación realista para tu próximos retos: es factible/no en una semana? Pero bueno, qué me dices de la libreta, encuentras cosas que a la hora de planificar no contabas con ellas para nada?
Felicidades por el experimento Luis José!
Resulta curioso, es la primera vez que veo una recomendación expresa en un blog de productividad de no cumplir objetivos 🙂
Puede resultar interesante el experimento y puede que nos pase como a los niños cuando les decimos que no hagan algo jeje
Me apunto, dentro de siete días comento los resultados.
Un saludo
Magnífico Luis José, es exactamente el espíritu. El valor aprendido que recogerás al final estará en su mayor parte en la libreta (el resto es intangible). Si durante los siete tienes dudas con el funcionamiento del reto ten este post como referencia y los comentarios para dudas específicas.
Con respecto a lo de «no cumplir el objetivo», recuerda que se trata de intentarlo hasta el final. Unícamente, piensa, que la mejor forma de dimensionar el objetivo es algo que quede ligeramente por encima de tus capacidades actuales. Eso, es lo que te obliga en definitiva a crear algo nuevo.
Mucha suerte y esperaremos esos resultados!