Es inevitable, ya sea por una mudanza, fundar tu empresa, porque acabas de empezar a definir tus objetivos o cualquier otro inicio de proyecto, habrá momentos en los que te verás obligado a dar respuesta en muy poco tiempo a demasiadas cuestiones.
Cuando varias tareas son de máxima prioridad habrá que empezar por darles una solución que sin ser definitiva consuma poco tiempo. ¡Pero qué peligro!
Para evitar que las chapuzas temporales aquí te dejo las 6 condiciones que toda solución temporal debería respetar.
1. Haz un buen análisis
En otras palabras: asegúrate de que la necesitas.
Prescinde de toda solución temporal innecesaria. Consumen más recursos y te provocarán problemas. Una solución temporal es un apaño que a cambio de los recursos que no te consume en un momento de vacas flacas te producirá problemas y malestar.
Por ello, prevé sus costes. Los costes pueden ser tanto económicos, como de tiempo, como de ocupación mental como de cualquier otro recurso que necesites a diario. Haz un buen balance (mejor para cuanto más tiempo preveas mantenerla), ¿te compensa las molestias que te va a producir comparado con los beneficios?
Semánticamente hablando, el contrario de solución temporal no es otro que inversión. Tenlo en cuenta.
2. Define desde el principio su caducidad
Una solución temporal no puede ser indefinida. ¿Por qué? Primero porque estás aceptando los perjuicios que te provoca pensando que en el futuro será mejor y segundo porque cuando la seleccionaste probablemente resolvía unas necesidades que han evolucionado.
Por ejemplo, quizás preveas que al iniciar tu negocio un localito pequeño y en las afueras es una buena solución para el alojamiento. Es más barato, no necesitas estar en el centro y aunque el casero es un poco molesto tú estás para poco tiempo.
Pues bien, necesitas programar límites. Estos límites son condiciones sacadas ni más ni menos que de tu análisis. Si estás aceptando ese localito porque la empresa es pequeña no lo contrates por dos años, porque tu límite no es temporal.
Tu límite es tu cartera de clientes. ¿Cuántos clientes gano por mes? Multiplicas y preparas la mudanza para dentro de x meses si no hay imprevistos. Cada mes que pasa el local te perjudicará más y más por inadaptado.
3. Piensa/Busca varias para poder elegir
Si tu primo te dice que tiene un localito la respuesta correcta es «gracias, lo tendré en cuenta» , y no «vale, lo quiero». Incluso si parece que tienes una opción maravillosa tienes que contrastarla con otras. Además, no sabrás cuánto de maravillosa tiene hasta que veas el resto, es el principio de todo timo.
Normalmente estarás también presionado por la urgencia de encontrar una solución o por falta de recursos. Aún a pesar de todo esto tienes que estar dispuesto a encontrar una buena solución. No te autoconvenzas de que no la encontrarás mira, compara y puede que aún escojas tu primera opción. Sólo que ahora sabes por qué.
4. Percibe sus efectos
No te ciegues, si era algo temporal es porque preveías una solución mejor. Siguiendo con el localito de tu empresa (aunque aplicado a tu casa por ejemplo) no asumas consecuencias de tu solución temporal.
O dicho de otro modo, no conviertas en normal lo que al principio suponía un problema. Si el local era pequeñito seguramente lo siga siendo así que en vez de autoconvencerte de que estás a gusto lo que deberías es sensibilizarte de las limitaciones que te produce.
¿Que no encuentras ninguna? Entonces tu solución no era tan temporal. ¿Las encuentras? Ya tienes tu incentivo para buscar de nuevo una solución mejor.
5. Aumenta su prioridad cada vez que la pospongas
En cierto modo, esto es casi una ley universal no sólo para soluciones temporales sino también para cualquier tarea.
Cada vez que la pospongas deberías incrementar su prioridad, así, la próxima vez que te pongas a decidir qué tarea llevar a cabo se verá de algún modo reflejado el que ya lo has pospuesto en una ocasión.
El método no es tan sencillo para según qué tareas, pero para cualquier arreglo temporal es imprescindible que seas consciente de que son tareas que aún no has acabado y que en algún momento deben volver a ser tu máxima prioridad.
6. Dale la importancia de sus consecuencias
Si aceptamos que tiene consecuencias pero la consideramos como una tarea hecha, ¿cuándo tendrá prioridad suficiente como para que la lleves a cabo?
Una vez más, si has necesitado una solución temporal el problema tu tarea no está acabada, sólo pospuesta. Sin embargo sufres las consecuencias, es una fuga de recursos. Además, siendo realistas nunca la has sacado de tu lista de cosas por hacer.
Por eso mira sus consecuencias, los trabajos extra que te produce por no haberle dado una solución definitiva y se capaz de prever de antemano las limitaciones que te causará.
Teniendo en cuenta los problemas que te causa (todos, ¡no te engañes!) algún día verás de nuevo esa tarea como tu máxima prioridad. Si ignoras o asumes las consecuencias jamás volverás a verla en tu agenda.
Conclusión
Oh, pero ¿hay una conclusión? En realidad no, el mensaje ya está arriba. Lo que te aconsejo es que no te quedes pensando que esto sólo funciona para el futuro, para cuando empieces algo.
Ya estás rodeado de soluciones temporales.
Date una vuelta por tu casa y encontrarás el cable de la tele que funciona mal, la bombilla del baño que parpadea o las medicinas en una caja caótica.
Siempre que llegas con un medicamento nuevo lo tiras ahí y te convences de que algún día lo arreglarás. Al final acabas perdiendo más tiempo buscando una medicina dos días seguidos de lo que te llevaría ordenarlas todas. ¿No crees?
¿Se te ocurre alguna condición más a tener en cuenta? ¿Qué soluciones temporales en tu entorno puedes mejorar fácilmente? Me encantará leer vuestras reacciones en los comentarios.